Somos un Ministerio Bibliocéntrico y Cristocéntrico
1. Creemos que la Biblia es la Palabra inspirada por Dios y es nuestra única regla de fe y conducta. (2 Ped. 1:21; 2 Tim. 3:16-17).
2. Creemos en un Dios trino, manifestado en tres personas; el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo; (2 Cor. 3:14; Mat. 3:16-17).
3. Creemos en la Deidad de Jesucristo, su concepción sobrenatural, su muerte redentora, su resurrección corporal, su ascensión a la diestra del Dios Padre; (1 Tim. 3:16). Reconocemos el Señorío de Jesucristo sobre todas las cosas en el cielo, la tierra y debajo de la tierra; (Fil. 2:9-10).
4. Creemos que el hombre fue creado en un estado de justicia y santidad, y que cayó y vive en un estado de muerte espiritual hasta que sea redimido, por medio de la fe en la gracia de Dios y en la sangre del Señor Jesucristo; (Rom. 3:23-25; Efe. 2:1-2).
5. Creemos en la inhabilidad del hombre para salvarse a sí mismo, por medio de obras meritorias y religiosas; y que solo puede llegar a Dios, por medio de su fe en la gracia de Dios, en la obra perfecta y completa de nuestro Señor Jesucristo; (Efe. 2:8-9; Rom. 5:1-2).
6. Creemos en el Bautismo en agua por inmersión, como un tipo de la muerte y resurrección del creyente, y como una manifestación de fe y obediencia a la ordenanza del Señor Jesucristo; (Mat. 28:19). No creemos que el Bautismo tenga algún poder salvador o regenerador, sino como “la aspiración de una buena conciencia hacia Dios”; (1 Ped. 3:21; Rom. 6:3-4).
7. Creemos en el Bautismo en el Espíritu Santo como una experiencia posterior, separada de la salvación, el cual es necesario para operar en una vida de poder, manifestar los dones del Espíritu y hacer las obras de Dios en la tierra; (Luc. 3:16; Hec. 1:8).
8. Creemos que la Iglesia está compuesta por todos aquellos que invocan el nombre del Señor Jesucristo y viven una vida separada del pecado. La Iglesia es un organismo espiritual instituido por el mismo Jesús, y como tal, es su representante en la tierra. Sus miembros tienen la sagrada responsabilidad de trabajar, contribuir y orar para su continuo crecimiento. La Iglesia tiene el derecho divino de expulsar miembros que se constituyen en una amenaza para la salud de la Iglesia. (Efe. 1:22,23; Hec. 2:41,42; Mat. 16:18,19; Mat. 18:15-20).
2. Creemos en un Dios trino, manifestado en tres personas; el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo; (2 Cor. 3:14; Mat. 3:16-17).
3. Creemos en la Deidad de Jesucristo, su concepción sobrenatural, su muerte redentora, su resurrección corporal, su ascensión a la diestra del Dios Padre; (1 Tim. 3:16). Reconocemos el Señorío de Jesucristo sobre todas las cosas en el cielo, la tierra y debajo de la tierra; (Fil. 2:9-10).
4. Creemos que el hombre fue creado en un estado de justicia y santidad, y que cayó y vive en un estado de muerte espiritual hasta que sea redimido, por medio de la fe en la gracia de Dios y en la sangre del Señor Jesucristo; (Rom. 3:23-25; Efe. 2:1-2).
5. Creemos en la inhabilidad del hombre para salvarse a sí mismo, por medio de obras meritorias y religiosas; y que solo puede llegar a Dios, por medio de su fe en la gracia de Dios, en la obra perfecta y completa de nuestro Señor Jesucristo; (Efe. 2:8-9; Rom. 5:1-2).
6. Creemos en el Bautismo en agua por inmersión, como un tipo de la muerte y resurrección del creyente, y como una manifestación de fe y obediencia a la ordenanza del Señor Jesucristo; (Mat. 28:19). No creemos que el Bautismo tenga algún poder salvador o regenerador, sino como “la aspiración de una buena conciencia hacia Dios”; (1 Ped. 3:21; Rom. 6:3-4).
7. Creemos en el Bautismo en el Espíritu Santo como una experiencia posterior, separada de la salvación, el cual es necesario para operar en una vida de poder, manifestar los dones del Espíritu y hacer las obras de Dios en la tierra; (Luc. 3:16; Hec. 1:8).
8. Creemos que la Iglesia está compuesta por todos aquellos que invocan el nombre del Señor Jesucristo y viven una vida separada del pecado. La Iglesia es un organismo espiritual instituido por el mismo Jesús, y como tal, es su representante en la tierra. Sus miembros tienen la sagrada responsabilidad de trabajar, contribuir y orar para su continuo crecimiento. La Iglesia tiene el derecho divino de expulsar miembros que se constituyen en una amenaza para la salud de la Iglesia. (Efe. 1:22,23; Hec. 2:41,42; Mat. 16:18,19; Mat. 18:15-20).
9. Creemos en la práctica continua de la Santa Cena, como un recordatorio de la muerte de Jesús y como una experiencia viva y actual con Jesús y con los miembros de su Iglesia; (Mat. 26:26-29; 1 Cor. 11:23-34).
10. Creemos que la voluntad de Dios es la santificación del creyente, como un producto de la vida de Jesús en él, la autoridad de la palabra y el poder del Espíritu Santo; (Gal. 2:20; Jn. 17:17; 1 Cor. 6:11).
11. Creemos que para agradar a Dios y ser sus testigos en la tierra, el creyente nacido de nuevo debe vivir una vida de separación del mundo y sus prácticas pecaminosas. Todo lo que tenga apariencia de pecado debe ser evitado como un testimonio a los pecadores que somos el pueblo escogido de Dios.(1 Ped. 2:9; Mat. 5:16; 1 Juan 2:15-17; 2 Tim. 2:19-21; 1 Tes. 5:22; Sant. 4:4,5;). Por lo tanto, no aceptamos que los ministros y miembros de la iglesia sean miembros activos de asociaciones secretas, como la logia masónica ( efesios 5:8-13).
12. Creemos que la voluntad perfecta de Dios es la sanidad física de todos los creyentes y se recibe por fe y por la imposición de manos; (Isa. 53:4-5; 1 Ped. 2:24-25; Sant. 5:14-15).
13. Creemos que los cinco ministerios de Efesios 4:11, (Apóstoles, Profetas, Evangelistas, pastores y Maestros) son básicos y fundamentales para el buen funcionamiento y crecimiento de la Iglesia del Señor Jesucristo; (Efe. 2:20;1 Cor.12:28).
14. Creemos que la misión de la Iglesia es la evangelización local, nacional e internacional, de acuerdo al mandamiento del Señor Jesucristo; (Mat. 28:19-20; Hec. 1:8).
15. Creemos en adorar, alabar al Señor en espíritu y en verdad, por medio de las manifestaciones sugeridas y aprobadas por la Palabra de Dios; (Jn. 4:23-24; Fil. 3:3; Sal. 150).
16. Creemos que la familia es la base fundamental de la sociedad y de la Iglesia; (Gen. 2:21-24; Efe. 5:21-33).
17. Creemos en las siguientes prácticas basadas en la autoridad de las Sagradas Escrituras:
A) Presentación de niños al Señor (no bautismo de infantes) como un acto de fe del pacto de los padres, y como una identificación pública del niño con la Iglesia (Mat. 19:13-14, 1 Cor.7:14).
10. Creemos que la voluntad de Dios es la santificación del creyente, como un producto de la vida de Jesús en él, la autoridad de la palabra y el poder del Espíritu Santo; (Gal. 2:20; Jn. 17:17; 1 Cor. 6:11).
11. Creemos que para agradar a Dios y ser sus testigos en la tierra, el creyente nacido de nuevo debe vivir una vida de separación del mundo y sus prácticas pecaminosas. Todo lo que tenga apariencia de pecado debe ser evitado como un testimonio a los pecadores que somos el pueblo escogido de Dios.(1 Ped. 2:9; Mat. 5:16; 1 Juan 2:15-17; 2 Tim. 2:19-21; 1 Tes. 5:22; Sant. 4:4,5;). Por lo tanto, no aceptamos que los ministros y miembros de la iglesia sean miembros activos de asociaciones secretas, como la logia masónica ( efesios 5:8-13).
12. Creemos que la voluntad perfecta de Dios es la sanidad física de todos los creyentes y se recibe por fe y por la imposición de manos; (Isa. 53:4-5; 1 Ped. 2:24-25; Sant. 5:14-15).
13. Creemos que los cinco ministerios de Efesios 4:11, (Apóstoles, Profetas, Evangelistas, pastores y Maestros) son básicos y fundamentales para el buen funcionamiento y crecimiento de la Iglesia del Señor Jesucristo; (Efe. 2:20;1 Cor.12:28).
14. Creemos que la misión de la Iglesia es la evangelización local, nacional e internacional, de acuerdo al mandamiento del Señor Jesucristo; (Mat. 28:19-20; Hec. 1:8).
15. Creemos en adorar, alabar al Señor en espíritu y en verdad, por medio de las manifestaciones sugeridas y aprobadas por la Palabra de Dios; (Jn. 4:23-24; Fil. 3:3; Sal. 150).
16. Creemos que la familia es la base fundamental de la sociedad y de la Iglesia; (Gen. 2:21-24; Efe. 5:21-33).
17. Creemos en las siguientes prácticas basadas en la autoridad de las Sagradas Escrituras:
A) Presentación de niños al Señor (no bautismo de infantes) como un acto de fe del pacto de los padres, y como una identificación pública del niño con la Iglesia (Mat. 19:13-14, 1 Cor.7:14).